Y si, me demoré mucho en publicar esta foto. La tomé hace casi un mes en El Encano, un lugar con mucho encanto gracias a su gente, a su cielo frío y a una hermosa laguna donde se puede vivir alegrías y revivir nostalgias.
Este último mes ha estado lleno de nuevas adaptaciones: los cambios en los horarios de trabajo, las nuevas responsabilidades, los proyectos futuros y la ausencia de uno de mis grandes amores. Me he sentido nostálgico varias veces, pues las amistades parecen lejanas y desconectadas, yo se que están en sus propias ocupaciones pero que de vez en cuando se asoman para alegrarnos la tristeza con detalles como estas gotas de agua.
Hoy quiero agradecerle a Diana Albornoz, quien gracias a una invitación me recordó la buena energía de vivir, de capturar momentos y de compartirlos con los amantes, de las fotografías, de las imágenes, de las emociones, de los momentos compartidos.
Pero también es mi deseo que lleguen las demás luces, las de los buenos amigos que me invitan a jugar, a salir del encierro, a hacer un brindis por las ganas de volar. Todos saben que siempre son bienvenidos, que solo tienen que llamar a la puerta y decir -"aquí estoy" para ganarse un enorme abrazo.
